Domingo 25/04/2021
ETIQUETA | hardware
La primera necesidad que tenemos al adquirir una Raspberry Pi es elegir una caja para protegerla de los impactos y cortocircuitos, pero al confinarla dentro de un espacio cerrado se limita la ventilación y se acrecientan los problemas de calentamiento.
Llevo utilizando la Raspberry Pi, como ordenador de sobremesa, desde la aparición del modelo 2B y durante estos años he probado una variedad considerable de cajas.

Incluso la he tenido montada con un soporte VESA fija detrás del monitor.

De todas ellas, las que mejor rendimiento me han dado son las cajas abiertas. Ya que permiten la libre circulación del aire por su interior y además suelen venir con un ventilador de 5V que mejora notablemente la refrigeración de la CPU.
Una de este tipo:

Además, suelen ser bastantes económicas. Las hay por precios inferiores a 10€.
Una de las peores cajas que he probado, para hacer overclocking, es la caja oficial:

Es una caja muy cerrada (casi hermética) que dificulta enormemente la ventilación. La versión que venden para la Raspberry Pi 4 trae un ventilador incorporado con tres cables de conexión. El cable azul es una entrada PWM para arrancar y parar el ventilador a la temperatura que deseemos.
La temperatura a la que salta el ventilador se ajusta en el menú de configuración/rendimiento:
sudo rc_gui
Y en la pestaña de rendimiento indicamos la temperatura a la que queremos que salte. Por defecto viene a los 80º centígrados.

Sin embargo, si desea hacer overclocking con ella, se encontrará que debido a su hermetismo, el ventilador está continuamente arrancando y parando. Además este ventilador es bastante ruidoso.
Con objeto de cacharrear y de encontrar una solución optima, he comprado varios ventiladores oficiales.
Son estos:

Y se los he adaptado a cajas abiertas para comprobar su rendimiento.
Los ventiladores oficiales son bastante pequeñitos (de 2,5 cms.) y los que suelen traer las cajas abiertas son de 3 o 4 cms. Hay que retirarlos del soporte de pástico y fijarlos con un tornillo/separador.
El resultado ha sido buenísimo porque en la caja abierta los ventiladores saltan muy de tarde en tarde y con un uso normal (para navegar por internet o programar), el ventilador no salta nunca.

Pero no es necesario complicarse tanto la vida. Una caja abierta con un ventilador (cualquiera) es la mejor solución para poder hacer overclocking y experimentar con la Raspberry Pi sin tener problemas de sobrecalentamiento. El ventilador puede conectarse a 5V o a 3,3V para que haga menos ruido.
Salud(os).